Ejecutivo designado como nuevo CEO de Petrobras rechaza el cargo y crece riesgo de un vacío de poder en la petrolera brasileña

El ejecutivo elegido por el Gobierno de Brasil para liderar Petróleo Brasileiro declinó ocupar el cargo, aumentando el riesgo de un vacío de poder en el mayor productor de petróleo de América Latina, que se ha convertido en el centro de una disputa política sobre los precios del combustible.

Adriano Pires rechazó este lunes su designación, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas debido a que la información no era de carácter público. El Gobierno seguía intentando convencer a Pires para que aceptara el cargo, agregaron.

El veterano de la industria fue designado por el Gobierno brasileño, accionista mayoritario de la empresa, para reemplazar a Joaquim Silva e Luna, quien se había enfrascado en una discusión con el presidente Jair Bolsonaro sobre los precios del combustible. El domingo, el elegido por Bolsonaro para presidir el directorio, Rodolfo Landim, también rechazó el cargo.

El vuelco se produce pocos días antes de que se lleve a cabo la asamblea de accionistas de la empresa para elegir el nuevo directorio, programada para el 13 de abril. Los estatutos de Petrobras establecen que el gerente general debe ser miembro del directorio. Petrobras cayó hasta 2,3% y alcanzó mínimos de sesión en Sao Paulo después de que O Globo informara el retiro de Pires.

La decisión se produjo en medio de especulaciones sobre posibles conflictos de intereses relacionados con años de trabajo como consultor de empresas privadas de petróleo y gas, algunas de las cuales tienen negocios que compiten con la empresa estatal. Mientras tanto, la Fiscalía está investigando a Landim por supuesta gestión fraudulenta de un fondo de inversión que causó pérdidas al fondo de pensiones de Petrobras, Petros.

El mayor productor de petróleo de América Latina tendrá su tercer presidente ejecutivo desde principios de 2021. Silva e Luna fue desvinculado tras una creciente presión política para frenar los precios de los combustibles, la misma razón por la que su antecesor, Roberto Castello Branco, fue despedido un año antes.